Al volver la mirada hacia las casas históricas de la Colonia Alemana, se entiende mejor por qué Haifa sigue siendo hoy un actor activo en la vida científica, tecnológica y económica del país. Esta residencia amplia y acomodada perteneció en su momento a la familia Schmidt: el doctor Schmidt fue el médico principal de la colonia alemana, además de vicecónsul honorario del Reino Unido en Palestina, y se lo considera una de las figuras que sentaron las bases de la medicina moderna en la región. No es casual que haya sido precisamente en Haifa donde el mecenas judío originario de Moscú, Kalman Wolf Wissotzky, conocido en todo el mundo por su imperio del té, decidiera apoyar la creación del Technion, destinado a convertirse en la principal institución técnica del país.
El instituto nació en el corazón del barrio judío de Hadar, entre la Colonia Alemana y el antiguo núcleo árabe de la ciudad, como si desde el inicio señalara el papel de Haifa como un punto de encuentro entre el conocimiento, la industria y la sociedad. Hoy, Haifa es mucho más que el Technion: es una ciudad de universidades, colleges y centros científico-tecnológicos que atraen a estudiantes de todo el norte del país. Y, por supuesto, está el puerto, el mismo de siempre, que sigue siendo el cimiento alrededor del cual la ciudad continúa creciendo, articulando ciencia, economía y una trama urbana viva y en permanente transformación.
Esta guía de Haifa es una caminata por una ciudad hecha de capas superpuestas. Desde una aldea otomana y la colonia alemana hasta el puerto del período británico; desde barrios árabes y el Adar judío hasta el Carmelo y los jardines bahá’ís. La historia acá no se explica: se lee en las casas, en las calles, en los restaurantes, museos y pasajes donde conviven lenguas distintas y miradas diferentes. No es un recorrido de “atracciones”, sino una forma de entender la ciudad como un organismo vivo, con memoria, heridas, intentos de reconciliación y una capacidad poco común de coexistir. Un camino que no solo avanza sobre el mapa, sino que se adentra en la profundidad de Haifa.