Tras la partida de los alemanes de Haifa —evacuados por los británicos en barcos rumbo a Australia—, las casas de esta calle todavía conservaban la memoria de banderas con la esvástica y de carteles que prohibían la entrada a judíos y a perros. Durante un tiempo, los edificios quedaron abandonados, hasta que, ya después de la creación del Estado de Israel, comenzaron a ser adquiridos por el municipio y reincorporados a la vida urbana. Uno de esos edificios, representativo de la arquitectura templaria tanto por fuera como por dentro, alberga hoy el centro de información turística de Haifa.
Actualmente funciona allí una organización municipal sin fines de lucro a través de la cual se puede acceder prácticamente a todo lo que la ciudad ofrece: recorridos, museos, exposiciones, eventos y espacios de descanso. El equipo del centro asiste con la orientación, las recomendaciones y la planificación de visitas, y también gestiona entradas y reservas previas cuando es necesario. Es un ejemplo claro de cómo un edificio marcado por una historia pesada se transformó en un punto sereno y útil de acceso a la Haifa contemporánea.
Esta guía de Haifa es una caminata por una ciudad hecha de capas superpuestas. Desde una aldea otomana y la colonia alemana hasta el puerto del período británico; desde barrios árabes y el Adar judío hasta el Carmelo y los jardines bahá’ís. La historia acá no se explica: se lee en las casas, en las calles, en los restaurantes, museos y pasajes donde conviven lenguas distintas y miradas diferentes. No es un recorrido de “atracciones”, sino una forma de entender la ciudad como un organismo vivo, con memoria, heridas, intentos de reconciliación y una capacidad poco común de coexistir. Un camino que no solo avanza sobre el mapa, sino que se adentra en la profundidad de Haifa.